Con su melodiosa voz, Martha Manjarrez de Arellano despidió a muchos de sus familiares en su última morada. Pero el jueves fue a ella a quien le dijeron adiós a como le gustaba: Con la banda sinalonse.
Por más de 20 años sirvió en la escuela de La Cruz y además fue un gran apoyo para la Ciudad de Los Niños. Con el gran corazón que la caracterizaba adoptó a dos pequeños; después de todos sus quehaceres se daba tiempo para hacer labor en las iglesias católicas de Mazatlán.
Como “un alma de Dios alegre y humilde”, es el calificativo que tienen para ella su familia y los que la conocieron en vida. Le gustaba cantar con música de banda; ella era también tía abuela del vocalista de la banda La Guerrera Cristian Reyes.
Martha concentró a más de dos mil personas en la iglesia del Jabalíes, en donde se llevó a cabo la misa de cuerpo presente y posteriormente en el panteón Renacimiento. Ahí además la esperaba una tambora para cantarle algunas de sus canciones preferidas, como Caminos de Michoacán.
Falleció la noche del martes cuando intentaba cruzar la avenida Múnich y fue arrollada por un motociclista, que también perdió la vida.
Desde este espacio nuestro reconocimiento por su desempeño y resignación a su familia. Descanse en paz.