Sinaloa de Leyva.- La falta de lluvias ya causa estragos en el norte de Sinaloa. En la zona serrana de este municipio una presa se seca y deja al descubierto pueblos que quedaron bajo el agua.
Se trata de la Gustavo Díaz Ordaz o Bacurato, que registra menos del quince por ciento de la capacidad de su embalse,que es de un millón 800 mil metros cúbicos de agua.
El descenso del agua es tal que hay edificaciones al aire libre y los panteones están como si fuera una isla llena de cruces.
La primera comunidad se ubica a escasos cinco kilómetros de distancia de la cortina y frente al cerro del caimanero ya se puede llegar al cementerio, por segundo año consecutivo.
Tumbas que quedaron cubiertas por la inundación desde hace cerca de 42 años ahora están al aire libre. Y en algunas pueden verse los vasos de las veladoras que familias dejaron la temporada de sequia pasada y en otras en la actual.
A unos metros de distancia la primaria Agustín Melgar también está de fuera y lejos del agua, casi todas sus paredes de pie y solo los techos de dos salones se cayeron.
Pescadores de la presa y antiguos habitantes de esa zona, dijeron que algunas personas que estudiaron en esa escuela han regresado solo para ver y recordar su infancia. Lo mismo ha ocurrido con otras conunidades ubicadas río arriba.
La poca agua que hay ha ocasionado problemas como es la falta de oxígeno, lo que lleva a que las especies que ahí se cultivan no alcancen el tamaño suficiente y por consiguiente la temporada de pesca sea baja.
Un ejemplo de la afectación es que al término de la zafra pesquera tendrán cerca de un cincuenta por ciento menos con respecto a la anterior que fue de poco más de mil toneladas.
