Sentir el peligro se ha convertido en lo máximo para muchos y no les importa arriesgar su vida en el cerro del faro.
Esta mañana, un joven de Mazatlán vivió la experiencia de la adrenalina cuando puso un columpio en la estructura del Mirador y permaneció en el aire durante varios minutos, ante la mirada de miedo de los visitantes.
De acuerdo a un lector, está persona llego con lo que parecía una hamaca, se subió por la parte de abajo de la estructura y llego hasta la punta del puente, la amarró y empezó a columpiarse.
Según el testigo, los encargados del mirador se encontraban ahí y solo miraron la acción, más no pudieron evitarla.
También se dieron cuenta que dos niños de entre cuatro y seis años de edad estaban en la ladera del cerro solos, mientras que la madre hacía fila para subirse al cristal.