La centenaria fiesta de La Taspana en San Javier, San Ignacio volvió a resurgir y a brillar como antes, con la presencia de miles de visitantes y habitantes de San Javier y las comunidades cercanas.
La música de banda, la alegría y el “BurroBar” estuvieron presentes desde temprana hora en esta pequeña comunidad que se vistió de fiesta durante todo el día y hasta casi caer el sol.
Cada tercer domingo de octubre se celebra esta fiesta que data de 1865 y desde el 2018 fue declarada como Patrimonio Cultural Intangible de Sinaloa.
En esta ocasión los locales y visitantes pudieron disfrutar de un nuevo atractivo, el Callejón del Cielo, que fue decorado con algunos murales representativos a esta fiesta, además de machetes y horcones, que lograron que se convirtiera en el sitio perfecto para la fotografía del recuerdo.
El director de turismo de San Ignacio, Carlos Piña Cruz, señaló que el gobierno municipal tiene toda la intención de rescatar y promover este tipo de fiestas y tradiciones en el municipio, porque representan que más turistas puedan conocerlas y eso traerá más desarrollo económico para la comunidad de San Javier y la región.
Muchos de los visitantes también agarraron machete para poder taspanar y limpiar la maleza que dejan las lluvias y la recompensa por participar en esta jornada fue la de poder beber de la bebida preparada que llevaba el BurroBar.
Los fuertes rayos del sol no impidieron que chicos y grandes disfrutaran al máximo de esta fiesta y bailaban al son de las notas musiclaes de la banda local, que alegró a todos durante más de 5 horas.
El museo comunitario, la iglesia de San Francisco Javier, los paradores fotográficos y la plazuela del lugar lucieron abarrotadas este tercer domingo de octubre.
Un día antes a La Taspana se llevó a cabo un festival cultural y artístico, donde participaron el Grupo Tablas y alumnos de la primaria de la comunidad, esto como parte de las actividades del Festival Cultural Sinaloa, donde alrededor de 200 personas pudieron presenciar este show de poco más de una hora.
San Javier se localiza a hora y media de Mazatlán y de manera constante recibe a grupos de visitantes, en su mayoría provenientes de municipios cercanos.
