Roberto Moreno Ramos, mexicano que mató a su familia en 1992 en Progreso, Texas, fue ejecutado con inyección letal por las autoridades de aquel país.
El mexicano asesinó a su esposa Leticia, y a sus hijos Abigail y Jonathan, cerca de la frontera con México.
La defensa de Moreno Ramos argumentó al juez que su cliente padecía de “desorden bipolar y lesiones cerebrales”, y pese a una última solicitud de perdón, la corte no lo otorgó, por lo que se llevó a cabo la ejecución vía inyección letal.
Por su parte, la Secretaría de Relaciones Exteriores a través de un comunicado, condenó la pena de muerte contra el connacional.
“En tal virtud, el gobierno de México expresa su más enérgica protesta”, indica el boletín de la cancillería mexicana.
