Mazatlán, Sin.- El Arquitecto Omar Osuna Osuna, quien construyó el Tiburonario, se declaró abierto a atender cualquier llamado de la autoridades judiciales para presentar sus argumentos técnicos y físicos, lavándose las manos de cualquier responsabilidad de la falla de la millonaria obra, que asegura no corresponde a su etapa de construcción.
Según su experiencia, se debió a un error “imprudencial al usar personal no calificado y herramientas no recomendables, por la constructora responsable de la última etapa”.
Igual, el actual presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios Turísticos de Mazatlán, deslindó de toda responsabilidad a la actual administración municipal y al mismo Consejo del Acuario, donde la Canaco tiene una “silla”, por no advertir la ruptura o por omisión.
Osuna y Osuna Construcciones, empresa a la que representa, se ocupó de al menos de cuatro etapas de desarrollo del Tiburonario, y, sin especificar los montos totales de inversión, mencionó que en algunas recibió hasta “15 y 18” (millones de pesos).
Trasciende que una de las empresas contratadas para concluir el Tiburonario pertenece al Ingeniero Ramiro Burgueño y como subcontratada la Inter Depot.
Con información de:luznoticias.mx/