Su caso traspasó fronteras, debido a la valentía con que sus padres aseguraban que se recuperaría; A PESAR DE APLICARLE UN TRATAMIENTO ALTERNATIVO fue imposible salvarlo:
Ciudad de México.- Charlie Gard, el bebé británico cuya historia ha dado la vuelta al mundo, falleció.
"El niño que ha llegado a todo el mundo ha fallecido hoy. Nuestro precioso hijo se ha ido. Estamos muy orgullosos de él", declaró su mamá, Connie Yates, en un comunicado emitido por un portavoz de la familia.
La vida de Charlie se extinguió este viernes en un hospital pediátrico para enfermos terminales, cuyo nombre o ubicación son secretos por orden judicial.
El de Charlie fue un caso médico y legal que ha tenido repercusiones no sólo en Gran Bretaña, sino también en Europa y Estados Unidos.
“No hemos tenido ningún control sobre su vida ni sobre su muerte", escriben los padres, Chris y Connie.
El Great Ormond Street Hospital de Londres y los padres del bebé enfrentaron una larga y dura batalla por el traslado del paciente a Estados Unidos para que le fuese aplicado un tratamiento experimental. Charlie padecía una enfermedad genética (síndrome de agotamiento mitocondrial) que la había dejado casi paralizado, sin poder oír ni llorar, y con la visión y el cerebro dañados.
El lunes pasado, los padres renunciaron a continuar al conocer las últimas pruebas médicas hechas a su hijo, que concluyeron que su masa muscular estaba excesivamente atrofiada para que el tratamiento tuviese algún efecto. Finalmente, el juez ordenó el jueves el traslado del bebé y la desconexión de la máquina. Los padres que habían pedido "unos días" para despedirse, consiguieron unas horas. Connie reconoció en una emotiva vista judicial entre sollozos que "Charlie ya no cumplirá su primer cumpleaños".
Con información de: Antonio Tello
