Dos niñas de Mazatlán demostraron ser verdaderas amigas de otra, cuando donaron su pelo para que hicieran una peluca oncológica.
Las protagonistas de esta historia asombrosa son María José y Alejandra. Forman parte de un grupo de niños que acudían de visita y a jugar con Rubí, vecina del fraccionamiento Villa Verde, enferma de un sarcoma nivel tres en su rodilla izquierda y que le fue detectado en enero pasado.
Conforme fue sometida al tratamiento en Culiacán a parir de abril, se le cayó su pelo. Hace unas semanas María José Tomo la iniciativa de llamar al grupo de Jade Sánchez, dedicada a la elaboración de pelucas, para donar su cabello, le siguió Alondra, pero hacía falta cabello, así se sumaron dos niñas más y una maestra.
En unas horas la peluca estuvo lista. Rubí regresó de la quimioterapia, pero fue hasta la tarde del miércoles que estuvo en condiciones recibir a sus amigas que le llevaban la sorpresa en sus manos: la peluca.
Cuando salió al patio de la vivienda se sentó en una silla, las niñas le entregaron primero algunos dibujos y pensamientos que le hicieron. Posteriormente le dieron su peluca y rápidamente se la pusieron. La alegría de Rubí se reflejó inmediatamente en su rostro y brotaron las lágrimas de agradecimiento por ese detalle tan importante para ella.
Norma, su abuela y que que está encargada de cuidarle, dijo que “es emocionante y gratificante porque las pelucas son cara y no nos costó ni un centavo y a ella le sirve mucho tanto como emocional y físicamente porque los niños como son muy mal hablados por su pelo y en la calle se le quedan viendo y si le da vergüenza…”
Al mismo tiempo otras personas llegaron a la casa con bolsas llenas de tapitas, para que sean donadas al programa de ayuda contra el cáncer.
Familiares y amigos que se reunieron se tomaron de la mano para hacer una oración por Rubí, pues el próximo mes recibirá radio terapia en la capital de Sinaloa.