No son 300, serían más de 500 las familias que huyeron de Chirimollos y La Petaca en el municipio de Concordia, por amenazas de grupos armados.
Algunos de los desplazados regresaron a media mañana a las dos comunidades para recuperar algunas de sus pertenencias.
Ropa y enseres domésticos fue lo básico que pudieron subir a las camionetas que les prestaron en unos casos o las rentaron en otros.
La llegada a los dos pueblos se dio en un operativo de seguridad implementado por el Ejercito Mexicano.
Y mientras las pocas familias que acudieron buscaban lo que se iban a llevar a lo que sería una nueva casa, aunque en realidad seria prestada, con amigos o familiares, las autoridades llevaron a cabo recorridos de vigilancia.
En La Petaca es en donde fueron menos los que volvieron. La mayoría de las casas se encuentran completamente cerradas y con todas las pertenencias al interior.
Los que pudieron ir son quienes buscaron albergue en el municipio de Concordia y lo hicieron con el miedo reflejado en sus rostros. Pero con la esperanza de que regresaran a recuperar el patrimonio de toda su vida una vez que las condiciones de seguridad lo permitan.