El cambio de horario resulta de difícil adaptación para la gran mayoría de la población, ya que todas las personas tienen ritmos específicos, dentro de los que se encuentran los hormonales, emocionales, además de rituales como es el de comer, levantarse, dormirse a una determinada hora, entre otros, explicó Ulises Armenta, coordinador académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS).
Indicó que “cuando se nos quita una hora, el organismo tiene un impacto a nivel emocional, a nivel de stress, de hambre, de ejercicio, es decir, los horarios ya no son los mismos y afloran otros síntomas como más desvelados, cansados y esto nos provocará un desajuste a nivel hormonal”.
Enfatizó que la secreción hormonal y ciertos neurotransmisores están contemplando desde la parte de la luz y esta genera un impacto, inclusive se recomienda estar expuestos a la luz para que nuestro cuerpo vaya produciendo ciertos neurotransmisores que nos van activar, además de la salud de la piel, entre otros aspectos.
Asimismo señaló que a nivel mental, estas alteraciones pueden producir irritación, cambios de humor, cambios en el ritmo de la alimentación, podría haber mayor cansancio, además de un impacto en el trato con la gente y esto generaría una desubicación.
La medida del cambio de horario se implementa en México desde hace años y surgió como una medida en la cual el principal argumento es el ahorro de energía, aprovechando al máximo la luz del día, pero se ha observado que éste ha tenido impacto directamente en las personas, en cuestiones de ritmo y de tipo emocional.
Por lo que Ulises Armenta recomendó que en estos casos, las personas tendrán que hacer un arreglo no solamente a nivel corporal o biológico, sino psicológico, predisponiéndose un tanto mentalmente e ir modificando poco a poco los hábitos; otra cuestión sería que las horas de sueño anteriormente, se sigan durmiendo para que se vaya haciendo el ajuste.
Con información de: Café Negro Portal
