El nombre de Melany estaba en uno, el de Briana, de Ana Rosa en otros y muchos más de mujeres que han sido asesinadas en Sinaloa.
Aparecieron en una marcha silenciosa muy diferente que se llevó a cabo en el fraccionamiento Pradera Dorada, escenario de dos feminicidios ocurridos en los últimos dos meses en Mazatlán.
Fue con cientos de zapatos rojos colocados en la cancha deportiva, por la Asociación de Mujeres de Estudios de Género en Educación y la artista plástica Elina Chauvet.
Fue una protesta a para conmemorar el Día Internacional de la No Violencia contra las mujeres y niñas.
Y una forma de decir ya basta.