Dos compañías automotrices rusas están llevando a cabo las últimas etapas de prueba de un innovador proyecto conjunto sobre un autobús que se conduce solo, y que pronto podría circular por las ciudades de Rusia, informa la agencia RIA Novosti.
Se trata de un microbús autónomo del proyecto Matr?shka (en referencia a la tradicional muñeca rusa con múltiples figuras en su interior: Matrioshka) de las empresas Volgabus y Bakulin Motors Group. Este minibús eléctrico, también denominado ‘smartbus’, no necesita de conductor, tiene capacidad para 12 pasajeros y sus baterías se recargan en cuatro horas, dándole una autonomía para recorrer 130 kilómetros.
En su interior no hay volante, ni asiento de conductor: tan solo una cabina con dos butacas, una en cada extremo en las que caben un total de 6 personas. En los ensayos, el smartbus se desplaza a una velocidad de 30 kilómetros por hora, aunque en teoría puede acelerar hasta los 100 km/h.
Este vehículo está compuesto de elementos modulares, fáciles de reemplazar en caso de presentarse alguna falla en el funcionamiento de una de sus partes. Según sus desarrolladores, reemplazar un módulo por otro toma no más de 15 minutos. Precisamente el sistema modular del vehículo es lo que le ha valido el nombre de ‘Matr?shka’.
El smartbus se guía por medio de un sistema de navegación y sensores, que le indican los obstáculos que se encuentran a una distancia de entre uno y dos metros. Su uso comercial está previsto que inicie en el 2018, dentro del territorio de la ciudad tecnológica de Skólkovo, el ‘Silicon Valley ruso’, en la región de Moscú.
